Si quieres crear tu propia empresa y que no se derrumbe a las primeras de cambio te presentamos “las 4 C’s” un concepto marketeniano para crear estrategias donde el eje principal será el cliente.
De la P ➡️ C
Quizás te suene las 4 P’s del marketing mix: Producto, Precio, Plaza y Promoción. Este concepto surgió sobre los años 50 donde el enfoque apuntaba hacia el producto. Conformaban un conjunto de estrategias para la venta/promoción de la marca.
Sin embargo, el conocimiento del cliente sobre los productos y su competencia ha hecho que el usuario se convierta en un experto del mercado. No acepta cualquier producto por muy buena “carta de presentación” que lleve, si no que compara varias marcas, investiga su responsabilidad social empresarial para llevar a cabo la compra.
Debido a estos cambios las estrategias empresariales han evolucionado hacia el consumidor, en cuanto a su experiencia y necesidades. Si centras la atención en tu futuro comprador obtendrás un producto más adaptado a sus necesidades.
🥇 ¿Qué significan las 4 C’s?
El concepto planteado por Robert Lauterborn como evolución de las 4 P’s ha tenido gran aprobación entre los especialistas del marketing.
- Cliente: debe ser el eje central de nuestra estrategia. Para crear el producto/servicio debemos respondernos a la pregunta cuál es la necesidad de los usuarios.
- Coste: un aspecto fundamental, cuánto estarán dispuestos a pagar los clientes por nuestro producto/servicio.
- Conveniencia: debemos ofrecer una experiencia de compra al cliente simple, sencilla y rápida.
- Comunicación: por último, uno de los pilares de las estrategias empresariales, es momento de dejar al margen la intención de venta y transmitir nuestros valores corporativos. El cliente debe siendo el actor principal por ello debemos buscar una comunicación bidireccional.
Si conseguimos crear un producto/servicio volcado en la necesidad del usuario, apoyado con unos valores de marca positivos socialmente podremos convertir a los compradores finales en consumidores proactivos que sean estandartes de la marca.
A lo largo de los años los consumidores han modificado su posición en el acto de compra, de meros espectadores al prosumer. Esta figura define al consumidor 2.0: como aquél que investiga, estudia y compara el producto/servicio antes de comprarlo. Del mismo modo que antes de decidir busca opiniones de otros consumidores éste hace lo propio influyendo en otros usuarios en base a su experiencia. Por tanto, si creamos un negocio pensando en el consumidor final sus necesidades e inquietudes tendremos muchas posibilidades de éxito.
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